miércoles, 13 de abril de 2016

MILLAS ROMANAS DE MERIDA


VII-IV-MMXVI

       
En un ratito de nuevo en Emerita Augusta, en una nueva edición de las Millas Romanas, ya estuve por allí en los años 2010 y 2014 (cuando se disputaron mundiales de furbó), cuando era un recorrido llano y sin apenas dificultades.

Este año la batalla sera dura, pues el recorrido lo ha endurecido la organización, para darle más caracter de ultra.

Acudiré con la Tropa Pretoriana como siempre, con un bonito objetivo que cumplir, y sobre  todo acordándome de los compañeros que se quedaron de retén en el cuartel general.


Forza e onore.


.............unos días despúes de la batalla



De vuelta de las Millas Romanas de Mérida, traigo en mi poder el último  botín conseguido, mi tercera columnita, la cual ya está colocada al  lado de sus dos hermanas gemelas, obtenidas en  victorias anteriores en la misma prueba, pero este mi III Miliario, que es como se le denomina a tan preciado trofeo, este ha sido el que más he sudado para poder obtenerlo, pues la dificultad y dureza  del recorrido no es comparable, a la de mi participación en ediciones pasadas.
Unos días antes de tan ansiada batalla recibí un mensaje que decía lo siguiente:

-“Tienes que llevarme a meta,  como hiciste con tu hermano en el Homenaje de la Legión”

Un Pretoriano no falta a su palabra, si promete algo, lo cumple.

Viernes 8 de Abril, falta poco para las dar las 21:00 horas, son instantes que aprovechamos para hacer las últimas fotos de recuerdo, ajustar y revisar el equipo que llevare durante la carrera, y también es el momento para  saludar a los amigos que hace algún tiempo que no veo, todos subimos a un escenario que esta abarrotado de compañeros y amigos para hacernos la foto de equipo.

¿Aguantara el peso de tanta gente?,- se preguntaba el público presente al ver tanto corredor encima del escenario.

La Tropa Pretoriana y sus amigos disfrutaban, saludaban hacía el frente, mientras eran punto de mira  de los objetivos decámaras y móviles que allí se encontraban, nadie quiere perderse ese momento único y sin igual  y perderse realizar tan chula instantánea.
Entre ellos alguien lanza un grito de victoria…

 -"Tomares Vincit" 

Al cual responde con la misma frase la mayoría de los que allí se encontraban.

Nos bajamos, sellamos el pasaporte que controlara todos nuestros pasos, nos colocamos en la salida, últimos abrazos, besos, se que a muchos de ellos quizás no los vuelva a ver hasta que llegue a meta, pues seguramente ellos marcharan  más rápido que mi grupo, última foto antes de la salida con el Arco de Trajano de fondo.
Un cohete enviado al cielo estalla anunciado la inmenente salida, la marabunta de corredores empiezan a moverse y a circular por debajo del Arco, pasamos por un pasillo flaqueado a ambos lados por los Romanos de Mérida, unos con lanzas inclinadas realizando el saludo a los corredores,  otros tocando tambores anunciando el comienzo de la batalla, 

 POM!!  POM!!  POM!!........y otro POM!!

Recorremos las calles de Mérida y atravesamos el puente romano, donde al final hay gente apostada con antorchas encendidas, para hacer todavía el ambiente más mágico.
 
  
Cruzando el Puente Romano

Y ahora toca centrarse en la carrera, tres componentes, Aurora, compañera Pretoriana, haciendo su debut en una carrera de tres cifras, me habría ella enviado aquel mensaje del principio del relato, pero mantengamos el anonimato hasta el final, y la segunda amiga  carrerista es Marmen, perteneciente al Club de Atletismo Astigi de Écija, los tres juntos vamos a formar equipo y intentar completar la prueba.

Nuestro primer punto de destino es CALAMONTE,, de ahí llegaremos hasta ARROYO SAN SERVAN,  donde nos dan una comida compuesta por caldo, zumo, tortilla de patatas, pasta y macedonia, la macedonia se acabo, que lástima, pero el zumo estaba riquísimo, hay compañeros que nos entramos cuando llegamos y antes de partir  llega el último grupo de Pretorianos y amigos formado por Sandra, Estrella, Heike, Rafa, El Niño y Manu que se disponen a comer también.

La temperaturas van bajando, el tramo siguiente nos llevara hasta  TORREMEJIAS,  donde tenemos la grata sorpresa de encontrarnos con Pepe el Bandolero y Isa su mujer, sellamos el pasaporte, y degustamos unos ricos bocatas de tortilla que estaban de mieeeeeeeo, pero no podemos parar mucho, pues el frasquete nos pone tiritones, nos despedimos y marchamos con destino a ALANGE, allí nos encontramos con una dura subida vertical hacía el castillo, es el primer momento de dudas en el grupo de no continuar de algún componente, pero con unas gominolas de cola y algún gel (pa echarle valor),  apretando los bastones y utilizando las manos para agarrarse a las rocas, conseguimos coronar la cima, el descenso no era tarea fácil tampoco, pero con paciencia y sentadillas en las bajadas como si de una chorrarea fuera (tobogán), pudimos llegar a las primeras calles del pueblo.
 
 Allí el tronco Bandolero nos esperaba y sobre las 05:15 nos volvimos a comer de nuevo unos bocadillos para reponernos del desgaste del sube y baja del castillo.

Alange
Antes de partir, nos encontramos con Sandra y Estrella, ambas se retiran en Alange, el sueño, la falta de entreno y también la afonía de una de ellas, les obliga a retirarse, prefieren no arriesgar y reservarse, pues quieren llegar con todas las garantias de victoria a su verdadero objetivo que son los 101 Km. de la Legión en Ronda. Nos despedimos y seguimos en dirección al ZARZAL, por el camino tendremos que afrontar la subida al puerto de la Calderita, y en la bajada empezaremos a ver las primeras luces del día.

Antes de llegar al pueblo recibimos llamadas de teléfono de los compañeros que nos preceden y también de los que partirán en la carrera corta, cuando entramos en el pueblo como siempre, la primera persona que vemos es Pepe, y en su coche Isa y Sandra que estaban durmiendo después de la larga noche,  comemos un poco y nos vamos está vez por un camino llano y sin subidas que nos llevara hasta VILLAGONZALO.
Villagonzalo

Al llegar al  pueblo y entrar a la plaza donde estaba está instalado el avituallamientolos, los voluntarios a la espera de los corredores están un poco aburridillos, levanto los brazos y exclamo:

-¡“Ya estamos aquí!”
Con Sandra en Villagonzalo.
Que alegrón al vernos, parece como si les hubiéramos despertado, y se nos acerca un señor de Villagonzalo para hacerno una pregunta,  y otra pregunta,  y otra pregunta y vuelvoió  a preguntar,(como el villancico de los peces en el río) sobre la carrera, ¿de donde sois? ¿de donde venís? ¿a donde vamos?, como el cuadro de Paul Gauguín (mirarlo en la Wikipedia), nosotros le explicamos todo lo relacionado con la carrera y sin poder resistirme ante tanta pregunta, pensé que estaba molesto por el paso de los corredores, le pregunte si el señor iba a denunciar la carrera o bien iba a realizar una crónica de ella, risas entre todos los presentes, pero al final era todo curiosidad, le quisimos convidar con algún manjar de los que se transportaba en el automóvile,  pero el señor lo agradeció y no quiso, como siempre digo…….nos vamos, ya tenemos media carrera ventilada y ahora ponemos rumbo a SAN PEDRO DE MÉRIDA.

El camino nos llevara  durante un tramo a circular por la ribera del  Río Guadiana, al cruzarlo nos encontramos con un corredor, sentado, con una sudadera roja que conocemos y en su espalda el siguiente texto, “101 Km. en 24 Horas, sufrimiento y dureza”, espera a que venga a recogerlo algún vehiculo de la organización, las rodillas le han jugado una mala pasada y ha decidido abandonar, nos despedimos y nos desea suerte.
Paso del Río Guadiana
Proseguimos aprovechando todo tramo llano y bajada que disponemos para correr, el sol sigue apretando, y por el camino echamos algún cantecito alegorico  recordando la lejanía del pueblo, hasta que llegamos a unos agricultores tres, eran tres, y los tres contestaron a la vez cuando le preguntamos cuanto faltaba para San Pedro:
-          “Tres kilómetros “, repitieron dos veces los tres.
Y yo que soy un poquito quema sangre, se lo volví a preguntar, ja ja y otro ja.
Y seguimos andando y trotando, pensando que lejos nos quedaban esos III kilómetros que nos dijeron aquellos tres señores, hasta que por fín…..

Aleluya!! Aleluya!! Aleluyaaaaaaaaa!!

Nos encontramos con el cartel de entrada al pueblo, sentí la misma sensación que sintió Cristóbal Colón cuando llegó a America. 

Estamos donde dice el cartel
Allí nos encontramos con el grupo de apoyo, más Isidro, Manolo Pérez, José Luis y Carpe, que habían decidido esperarnos para agruparnos en la última parte de la carrera. Aprovecho para asearme en el polideportivo donde estaba instalado el avituallamiento, cambiarme algunas prendas, comer algo al sol, y salir trotando con Carpe en busca del resto del grupo que había partido un ratito antes, la zona que vamos a recorrer se adentra en el  Parque Natural de Cornalvo.

Alternamos la carrera con tramos andando adelantando corredores, y alcanzamos a nuestros compañeros cuando  estamos llegando al Embalse de Cornalvo, en está parte es donde nos encontraremos  con subidas fuertes en la carrera.

 Antes de subir al punto más alto de la prueba, nos aparece como por arte de magia una caravana con sillas y una  mesa llena de isotónico, agua y algo de fruta, rellenamos, y proseguimos, nos queda el último esfuerzo para llegar al punto más alto de la carrera.

  
Parque Natural de Cornalvo
Lo coronamos y a realizar el descenso, ahora voy más despierto, pues hacía unos kilómetros atrás me iba quedando sopita, pero me retengo y echo el freno ya que estoy bajando demasiado deprisa, noto que algunos compañeros van un poco cansados, y intento subir un poquito el animo del grupo, con algún chistecito y alguna historia inventada, pero el largo camino hasta MIRANDILLA va causando estragos, y entramos en un momento critico, pues Marmen, va muy cansada y está decidida a abandonar la prueba, llama a su marido para que venga a recogerla, gracias a Carpe que realiza una gran labor de terapia de resistencia y superación, consigue que se lo piense y que llegue hasta el pueblo……y ya veremos después.

Allí gracias al  equipo de apoyo y un señor vestido con ropa de camuflaje, un tricornio y un megáfono, hacen el resto para converla y Marmen continua…..digo si continua.
Mirandilla
 Último tramo que nos llevara hasta Mérida, debemos de llegar antes de las 21:00,  los cuerpos no están para correr  y andamos todo el camino, a una media a 15´ el kilómetro, pero nos sobrará tiempo, seguro, y allí estarán  nuestros compañeros, los que llegaron al medio día y también los que lo hicieron por la tarde para celebrar nuestra gesta.
Al entrar la ciudad, dos chicos de entre tres y cinco años, están jugando, lanzándose piedras, todos al unísono les regañábamos, y el más pequeño al ver las plumas del casco de José Luis exclama muy sorprendido:
 -“Un indio, un indio”
Mérida
Nos reímos y seguimos, atravesamos el Acueducto de San Lázaro, subimos la Rambla Martir Santa Eulalia, al empezar la calle José Ramón Mélida, nos encontramos con David, el marido de Marmen y sus niños, su hija ya no le soltara la mano hasta llegar a meta, no hay prisa, no se trota, no se corre, vamos andando tenemos que disfrutar de los últimos metros, un poco más arriba Estrella y Abencio,  con ellos el grupo de apoyo, Sandra, Isa y Pepe, una mirada cómplice con el, indica que el trabajo está hecho, se ha conseguido, misión  cumplida, al llegar a la Plaza Margarita Xirgu, un montón de amigos con casacas negras con un escudo en el pecho que dice: Club de Ultrafondo Pretorianos de Tomares dispuestos a celebrar nuestro triunfo, va subiendo la emoción, abrazos apretaos, besos,  y alguna lágrima que resbala por la mejilla, nos adelantamos  los tres que salimos juntos en el día anterior hacía el arco de meta…..cuando paro a mis compañeras,  hay un trocito de  Himno Pretoriano que quiero dedicarles:

 

- “…..y cuando la carrera era más dura
apretando sus bastones
la Pretoriana Aurora avanzó

Y sin pensar en la distancia
siempre formando equipo
lento, suave y sin miedo
terminando con honor

Y al final la victoria celebramos

No seremos los más rápidos
pero si los más resistentes
somos Pretorianos de Tomares
disfrutamos las carreras entre compañeros.

¡¡A META!!

 

……y cruzamos esos dos metros con la misma energía que teníamos en la salida del día anterior, y al pasar por el Arco, conseguí aquella promesa que me pidió Aurora de llevarla a meta,  volvimos a abrazarnos y a recordar un detalle que ella tuvo conmigo en la prueba del Bandolero del 2015, cuando abandone la prueba por cansancio, gracias Aurora por lo que hicistes aquel día, hoy te lo devuelvo, y también hable emocionadamente con Marmen, diciendole que no podía retirarse en en Mirandilla, que habíamos llegado hasta allí y que había que continuar, que después se arrepentiria si lo dejaba al cabo de las horas y que teníamos que seguir hasta el final.
Justamente detrás de nuestros pasos llegó José Luis, Manolo Pérez y Carpe, nuestros compañeros de la última parte de la carrera, recibimos nuestros miliarios  y un diploma donde se indica el tiempo invertido en realizarla  23h 15´, el tiempo es lo de menos, lo importante era llegar todos juntos y poder celebrar la ansiada VICTORIA.

Terminado los actos protocolarios llame a mis seres queridos, y mi Mama al escuchar mi felicidad por el teléfono,  me decía que no parecia que había hecho una de esas carreras largas que de vez en cuando hago, y es que me comentaba que por el tono de mi voz  no parecía que estuviera cansado...... y no lo estaba, como casi siempre ella tenía razón.


“Si alguien confía en ti, demuéstrale que puedes hacerlo sin temor y sino lo consigues,
por lo menos lo habras intentado con todas tus fuerzas”.



Forza e onore.

9 comentarios:

  1. bonita crónica pepe, un saludo compañero y fuerte abrazo del bombe. eres un crack¡¡¡ y lo sabes.

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    1. Gracias Manuel, lástima que nuestro encuentro en Mérida fuera muy breve,te devuelvo el abrazo y nos vemos en una próxima aventura.

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  2. Maravillosa crónica que define lo dura q fué.Un abrazo Pepe.

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    1. Gracias Alicia, dura pero no pudo con nosotros ahora la próxima aventura la hacemos en los 101 en Ronda.

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  3. Maravillosa crónica que define lo dura q fué.Un abrazo Pepe.

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    1. Solo un metro sesenta y dos, pero mi madre me ha llevao a un médico de pago y dice que toavía estoy en edad de crecer, un besito Sandri.

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